La Leyenda del Padre Almeida es una leyenda quiteña muy conocida a nivel nacional.
El personaje principal es el padre Manuel de Almeida Capilla, un sacerdote católico que residía en el convento de San Diego en Quito, la primera recoleta de la orden franciscana en el Ecuador y la segunda de Latinoamérica.
Según la leyenda, al padre Almeida le gustaba la juerga y tomar aguardiente por las noches en el centro histórico de la capital.
Dicen que para ir a las cantinas no salía por la puerta principal de la iglesia, sino que se trepaba encima de una estatua grande de Cristo para salir por la ventana hasta la calle.
Esta era su rutina habitual de escape.
Sin embargo, una de esas noches de juerga nocturna, al treparse nuevamente en los hombros de la estatua de Cristo, la estatua le dice:
¿Hasta cuándo Padre Almeida?
El padre, pensando que esta pregunta era producto de su imaginación, responde:
Hasta la vuelta, Señor.
Luego se fue hasta su taberna secreta donde se emborrachó hasta más no poder.
De regreso a la iglesia, caminando por las calles casi cayéndose de lado a lado, choca con unos hombres que llevaban un ataúd al cementerio.
En el impacto, este féretro cae al piso y la tapa se rompe. Ahí es cuando el padre Almeida se sorprende al ver que el cuerpo que estaba dentro era él.
Asustado, corre hasta la iglesia nuevamente y al llegar donde estaba el Cristo, se le arrodilla pidiéndole perdón y le jura no volver a tomar.
Cuentan que desde entonces, el padre Almeida no tomó nunca más y se convirtió en el sacerdote más devoto de la iglesia.
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¿De verda existió el Padre Almeida?
El Padre Almeida sí existió y el convento donde se desarrolla la leyenda también (Convento de San Diego en Quito).
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Lo que sí desapareció fue el diario del sacerdote con sus memorias, que incluía la historia de esta leyenda.
Puedes visitar el convento, que incluye el Museo Franciscano del Padre Almeida.
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