Otra leyenda ecuatoriana bastante conocida en Quito es la del Gallo de la Catedral.
Es una historia similar a la Leyenda del Padre Almeida, donde la juerga nocturna está presente.
Aquí te contamos de qué trata:
Había un hombre llamado Don Ramón Ayala y Sandoval, quien era acaudalado y amante de la vida nocturna.
Solía pasar sus noches tocando la guitarra y compartiendo vino con amigos en la taberna de Mariana, su amor secreto.
Cada día, su rutina consistía en levantarse solo para comer y leer en su biblioteca, para luego dormir, de manera que estuviera listo para continuar con sus festividades por las tardes.
Cuando volvía de la taberna a altas horas de la noche, pasaba frente a la iglesia y se burlaba del gallo de hierro en la torre, gritándole cosas como:
«¡Qué gallito! ¡Qué disparate de gallo!».
Esto lo hacía porque se consideraba el mejor y más gallardo debido a su riqueza y estilo de vida despreocupado.
Un día, tras tomar varias copas en la cantina de Mariana, decidió regresar a su casa ya entrada la noche.
Al pasar por la Catedral, desafió nuevamente al gallo diciendo:
«¡Para mí no hay gallos que valgan! ¡Ni el gallo de la Catedral!».
En ese instante, sintió como si una espuela gigante le cortara la pierna, cayendo herido al suelo.
El gallo se abalanzó sobre él para impedir que se moviera, y entonces escuchó una voz que le dijo:
«¡Prométeme que no volverás a tomar mistelas!».
Don Ramón respondió:
«¡Ni siquiera tomaré agua!».
La voz le insistió:
«¡Prométeme que nunca más volverás a insultarme!».
Don Ramón afirmó:
«¡Ni siquiera te nombraré!».
En ese momento, el gallo lo dejó en paz.
Don Ramón, aún tirado en el suelo, le dio las gracias y le pidió perdón. Al día siguiente, despertó adolorido por las marcas en su cuerpo.
Nunca supo si aquel encuentro fue real o producto de su imaginación debido a los efectos del alcohol.
Lo cierto es que a partir de ese día, Don Ramón nunca volvió a beber ni a insultar al gallo de la catedral.
Ver también:
¿En qué iglesia está el Gallo de la Catedral?
Este gallito lo puedes apreciar en la Catedral Metropolitana de Quito, una de las más antiguas de América Latina.
Se ubica en la Plaza Grande del Centro Históricos de la capital, y puedes ingresar a un costo de $3 por persona para tomarte una foto en las cúpulas, donde está el gallo de metal.
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